miércoles, 12 de febrero de 2014

Otra forma de envasar al vacío

    Hace unos días os contaba en ésta entrada cómo conservar comida casera de manera que pudiéramos optimizar el tiempo y los recursos.

    Pues bien. Hace poco hemos decubierto otra forma de envasar al vacío en botes de cristal.

    El que ya supiera ésta otra forma se quedará indiferente. Pero el que no lo sepa, como era mi caso, le puede ser de mucha ayuda puesto que es más sencilla, rápida y muy efectiva.

    Primeramente preparamos la comida que queramos envasar. Nosotros probamos la primera vez con una crema de calabacín.


    Después y sin dejar que se enfríe, rellenamos los botes de cristal al máximo. La comida debe estar muy caliente. Cerramos cada bote segurándonos de que la tapa cierra bien. Después les damos la vuelta a los botes.



    Los dejamos así durante 48 horas y.... ¡ya estan listos al vacío!

    Trascurrido éste tiempo podemos ponerlos con la tapa hacia arriba listos para almacenar. Si al abrir los botes no escuchamos un "pop" deberemos pensar que algo falló en el proceso. Nosotros lo hemos probado ya con muchos botes y ninguno ha quedado mal envasado.

    Éste proceso es realmente sencillo y no necesita poner los tarros a hervir con los inconvenientes que ello supone.

    Nuevamente así ahorraremos tiempo, recursos y energía para conservar comida casera. Además, la comida así envasada no nos ocupará espacio en el congelador.

    Espero que os sea de gran ayuda.

    ¡Feliz día!
   

martes, 11 de febrero de 2014

Dorada al horno - reflexión

    Cuentan que en cierta ocasión se reunió una familia para celebrar un acontecimiento.

    Un joven, se ofreció a cocinar para todos para que su madre y su abuela no tuvieran que hacerlo aquel día y pudieran descansar, puesto que habitualmente lo hacían ellas.

    Así que se metió en la cocina y con él su sobrino, que quería ayudarle.

    Uno de los platos que iban a cocinar era dorada al horno.

    Primero lavaron dos grandes doradas abiertas en libro y les cortaron la cola.




    Después, las colocaron bocaabajo, abiertas. Les echaron un chorrito de aceite y una fila de sal gorda a lo largo de cada mitad.



    Y al horno lo metieron.

    El sobrino le preguntó a su tío:

    - ¿Por qué les has cortado la cola?
    - Pues porque se hace así.
    - ¿Pero por qué se hace así?
    - No sé. Supongo que están más sabrosas. Mi madre siempre las ha hecho así y así se hacen.

    No convencido, salió al salón y le preguntó a la madre de su tío.

    - ¿Por qué para cocinar las doradas hay que cortarles la cola?
    - No sé, se hace así. La abuela siempre las hizo así. Supongo son más sanas.

    No convencido nuevamente, se fué a preguntar a la abuela de su tío.

    - ¿Por qué para cocinar las doradas hay que cortarles la cola?
    - Hijo, el horno que yo he tenido toda la vida, era muy pequeño. Y para poderlas meter al horno, les he cortado siempre la cola. Pero no hace falta cortarla. En realidad da igual.

     Su hija y su nieto se quedaron pensativos. Toda la vida haciendo algo, y pensando que era lo mejor, porque siempre se había hecho así y en realidad no tenía ninguna importancia.

    Hacemos cosas por tradición y a veces no es lo mejor. O sí...

    Por eso es conveniente que sepamos por qué hacemos ciertas cosas al educar a nuestros hijos. A veces lo tradicional no es lo mejor.

    Ni lo peor...

    Simplemente es lo tradicional.

    ¿Os ha pasado alguna vez algo parecido?

lunes, 10 de febrero de 2014

Pompones de colores

   Para empezar la semana propongo hoy una actividad muy sencilla de preparar para niños a partir de un año, basada en el Método Montessori.

    Yo lo vi en Para mi peque con amor.

    Se puede usar durante bastante tiempo. Mi hijo de cuatro años aún a veces lo elije y juega.

    Psicomotricidad fina, clasificación, discriminación visual, sentido del orden...

    Lo más sencillo para empezar a preparar materiales caseros.




    Se trata de clasificar objetos de igual forma y tamaño por su color. Yo en éste caso lo hice con pompones de colores de tamaño medio y hueveras.



    Los pompones se pueden comprar en cualquier tienda de manualidades, y también en bazares chinos.

   Nosotros lo guardamos en la estantería apilando las hueveras para que ocupe menos sitio, y cuando lo usamos cojemos la bandeja de otro sitio dónde tenemos varias.



 
    Lo ideal sería dejar el material en la estantería guardado en una bandeja dispuesto para ser usado, con la cajita de pompones a la izquierda, para trabajar de izquierda a derecha, puesto que es así cómo leemos y escribimos.

   Preparado para que los niños lo puedan cojer bien y volverlo a dejar. De ésta forma fomentamos el sentido del orden, puesto que es sencillo recoger.
 
    Al principio, si el niño es muy pequeño, podemos presentarle el material sin pinza y que haga él la pinza con sus deditos (con el dedo pulgar e índice). Así es más sencillo y no se frustará.

    Es importante que cuando presentemos una actividad, no sea demasiado difícil ni demasiado fácil para que el niño no se frustre y para que tampoco pierda interés. Podemos ir adaptándola a sus necesidades.

    También podemos ir cambiando de tipo de pinza. Más grandes, más pequeñas, las que les vayan bien... Incluso se pueden coger los pompones con una cuchara.
 
    Otra variante es pintando cada huevera de un color.



    Y cómo casi todos los materiales Montessori, es autocorrectivo, puesto que si se equivocan y ponen un pompón dónde no es, salta a la vista.

    Espero que os guste, os sirva y que me lo contéis ... :-)

    ¡Feliz semana!

viernes, 7 de febrero de 2014

Letras minúsculas

    Sergio ha empezado a tener mucho interés por las letras minúsculas. Así que antes de navidades, empecé a pensar en el alfabeto móvil Montessori. Pero claro, aunque es muy bonito ocupaba demasiado espacio y además el precio era demasiado ahora.

    Así que empecé a pensar en hacerlo yo, casero, pintando un alfabeto muy baratito y pequeño que venden en algunos centros comerciales.

    El alfabeto en mayúsculas ya hace tiempo que lo hicimos, así quedó:



    Ya os enseñaré una forma muy fácil de pintarlo.

    Pero en minúsculas no lo venden. Así que al final encontré éstas letras minúsculas en código de color Montessori. Compré dos cajas. Las encontré en Amazon gracias a que ya las había visto en el blog Creciendo con Montessori. Además traen imán, así que nos da más juego.



    Vienen con los fonemas en inglés. Éstos aún no los usamos, así que los guardé.

    Al principio empezamos a conocer las letras y a emparejarlas con las mayúsculas. Lo bueno de las minúsculas que he comprado es que encajan perfectamente con el tamaño de las mayúsculas que tenemos.



    Ahora hacemos diferentes juegos, como escribir una palabra y conseguir otra cambiando una sóla letra.


    Y así seguimos fomentando el gusto por la escritura y la lectura manipulando, en la línea de lo que María Montessori proponía.

    Y tanto se animó Sergio el otro día... que no quería dejarlo.

    ¡Mamá, mamá! Cierra los ojos que voy a escribir algo...

 

    Se acordó de su profe de inglés :-)

    ¡Feliz fin de semana!

jueves, 6 de febrero de 2014

Pista de despegue y aterrizaje

    El verano pasado hicimos bastantes juegos y actividades por casa. Aprovechando el buen tiempo, nos animamos más a hacer cosas que manchen o que lleven más tiempo hacerlas y recoger.

    Y una de éstas actividades fue fabricar una pista de despegue y aterrizaje. Queríamos que no ocupara demasiado espacio, como casi todo lo que hacemos.

 

    Cogimos varias tablas de que tenemos en tamaño DinA4 y las pintamos de negro. Éstas tablas las tenía porque en cierta ocasión encargué que me cortaran un tablero entero de contrachapado en tablas de tamaño DinA4. La verdad que sirven para muchas actividades.

    Después de que se hubieran secado pusimos pegatinas en la cabecera de pista y en el final de la pista. Y unas cuantas pegatinas a lo largo de toda la pista.


Cabecera de pista


Fin de pista

Pista completa


    Y para dar un toque final añadimos encima de las pegatinas normales unas pegatinas que brillan en la oscuridad que tenemos por casa. De esa manera cuando es de noche los aviones pueden ver la pista para realizar sus despegues y aterrizajes sin problema. ¡Todo un éxito!



    Es una actividad realmente sencilla de preparar y que sirve durante mucho tiempo para el juego simbólico.

    Además el hecho de prepararlo con ellos les motiva más al juego.

    Ocupa muy poco ya guardado en su sitio con las tablas y una caja con los aviones y otros accesorios.




    Por detrás numeramos las tablas y las pusimos flechas para saber en qué orden hay que colocarlas.




    Espero que os guste y os sirva.

    ¡Feliz día!

miércoles, 5 de febrero de 2014

Panera reversible

        Éste año los Sus Majestades los Reyes Magos de Oriente, me trajeron una máquina de coser.

    Nunca me había fijado en cómo se utilizaba una ni en realidad tenía ni idea de costura. Pero sí muchas ganas. Me apetecía hacer muchas cositas para empezar... Cosas sencillas.

 


    Primero hice unos sacos térmicos de semillas, de los cuales hablaré en otra ocasión. Y después me animé a hacer ésta panera que ví en el blog de Inma, de "Para mi peque con amor", uno de mis blogs favoritos.

    Elegí unas telas que había comprado en Ikea. Están bien de precio y me gustan. Así que para empezar está muy bien.

    Hice el biés. Me pareció laborioso pero sencillo. Corté las telas, metí el relleno y...¡a coser!


  

    Después de algunas dificultades y de romper una aguja, conseguí terminar de coser la panera. Después coloqué los snaps (botones). Los snaps se ponen con una maquinita nada cara y la verdad que le da un toque especial.Yo la compré en Amazon. Son muy fáciles de poner. Podéis ver cómo se ponen en éste enlace.

 


    No quedó nada mal, aunque con fallos, claro está.

    Pero, como decimos muchas veces en casa, se aprende a hacer las cosas haciéndolas.

    Y a coser, se aprende cosiendo.

    Espero que os haya gustado. ¿Alguien se anima?

martes, 4 de febrero de 2014

Primeros sudokus

    Hace tiempo que me gusta hacer sudokus y tuve una temporada en la que hacía muchos.

    Desde que tuve a los niños he hecho apenas alguno porque, claro, me he dedicado a otras cosas. Nunca pensé que les pudiera interesar a los niños, puesto que tienen dos y cuatro años.

    Pero cuál fue mi sorpresa el domingo, que fuimos a ver a los abuelos y Sergio, el de cuatro años, quería hacer uno que tenían por allí sus abuelos.

    Éste interés tan marcado que tiene por los números hay que aprovecharlo en cualquier momento y circustancia.
 
    Pero , ¿cómo iba a hacer un sudoku con cuatro años? Ni siquiera podía intentar uno de los fáciles. Así que se me ocurrió una adaptación para que pudiera hacerlo.

    Le dije que en cada fila tenía que poner los números del 1 al 9 sin repetirlos. Los que ya estaban no podía ponerlos otra vez. Cuando terminara la primera fila, a por la segunda. Y así las nueve filas. De ésta manera él sería capaz de hacerlos.

    Además, se refuerza implícitamente la lectoescritura, puesto que así rellena el sudoku de izquierda a derecha y de arriba a abajo, coincidiendo con la forma en la que leemos.

    ¡Matemáticas y lectoescritura juntas en una actividad muy sencilla de preparar!

     Nuevamente la visión cósmica de María Montessori reaparece. Todo está relacionado. El mundo no son matemáticas, o lenguaje, o geografía. En el mundo que vivimos todo está relacionado, por lo que intentar aprender las materias por separado carece de sentido.

    “Demos al Niño una visión del Universo entero, pues toda las cosas son parte del Universo y están conectadas entre sí para formar una Unidad entera”. María Montessori.

    Ayer le preparé uno en tamaño más grande para que pueda escribir los números mejor. Así ha quedado:

 
Sudoku horizontal

    Bueno, ha quedado mejor, pero al escanearlo no se ven bien las rayas...

    Y también preparé otros 6 sudokus con los números del 1 al 4.

6 sudokus mini

    Cuando llegó del cole los encontró en el salón y le hizo mucha ilusión verlos. Hacía tiempo que no preparaba nada.
 
    Podéis descargarlos aquí.

    El Sudoku horizontal lo hizo en un pispás. Se lo puse con muchos números para que no se frustara al hacerlo y le fuera sencillo. Lo notó y dijo: éste es más fácil que el de la abuela ¿eh? Así que tendré que preparar otro.



    Hizo uno con ayuda: yo le iba diciendo qué casilla tenía que rellenar. ¡Le ha encantado!

    También para ésta actividad podemos plastificar los sudokus y rellenarlos con rotulador de pizarra blanca, como hicimos con la sopa de letras. A los niños les encanta lo de borrar con el trapito y volver a empezar.

    Así lo he preparado en la estantería, para que pueda acceder a ello cuando quiera con total autonomía para poder cogerlo, usarlo y volverlo a dejar en su sitio, al estilo Montessori. Por un lado el sudoku horizontal y por otro los sudokus mini.

Sudoku horizontal, trapito y rotulador

Sudoku mini, trapito y rotulador


    Espero que os guste la idea y os sirva.

    ¡Feliz día!